Intervención en la Primera Infancia (ECI): Establecer relaciones con las familias
Authors: Nicole Wood, maestra de estudiantes con discapacidades visuales (TSVI)/especialista certificada en orientación y movilidad (COMS), Distrito Escolar Independiente North East (North East ISD), San Antonio, Texas
Keywords: Intervención en la Primera Infancia, ECI, visitas al hogar, apoyo familiar, establecimiento de una buena relación, habilidades básicas
Primera visita a la familia
La primera visita a la familia suele centrarse en la evaluación de los niveles actuales de las habilidades visuales, de orientación y de movilidad del niño, así como de otras áreas del Plan de estudios básico ampliado (ECC). Es importante establecer una conexión con el niño en esa visita para demostrar a los padres que usted se siente cómodo con su hijo, incluso con los que son frágiles por motivos médicos o tienen necesidades complejas. Informe a la familia de que esta visita es una evaluación inicial. Venga preparado como “experto” en discapacidad visual, sabiendo que la familia es en realidad la experta en lo que respecta a su hijo. Respete la contribución de la familia y muestre empatía cuando expresen sus temores y sueños para su hijo. La flexibilidad es clave durante esta visita. Aunque tenga un plan sobre cómo debe desarrollarse la evaluación, siga siempre la iniciativa del niño cuando interactúe con él. Puede que tenga que desechar por completo su plan e ir en una dirección diferente.
Visitas continuas
Céntrese en los pequeños pasos que son necesarios para alcanzar los objetivos que tiene la familia para su hijo. Muchos padres no saben cuáles son esos pasos y por eso no pueden verbalizarlos. Nunca piense que los objetivos que tienen para el niño son inalcanzables. Por ejemplo, si el padre pregunta por la enseñanza del braille de su hijo de 2 años, es importante tomarse un tiempo para explicarle las habilidades básicas necesarias para la alfabetización futura. Modele y fomente actividades que apoyen ese objetivo. Siga demostrando a las familias que se preocupa por su hijo. Establezca un ritual para decir “hola” cuando llegue, como una canción que le cante al niño en cada visita junto con una rutina de despedida. Pregunte a los padres qué cosas nuevas están ocurriendo (una visita al doctor, un acontecimiento especial) y hable de las habilidades que la familia ha trabajado con su hijo. Señale siempre los avances, aunque sean graduales. ¡Anótelo bien! Utilice una herramienta de evaluación continua, como la Evaluación de Habilidades del Proyecto Oregón, que le sirva de guía a usted y a la familia.
¡Trabajar con familias de niños pequeños es apasionante! Los niños crecen más entre los 0 y los 5 años. ¡Los padres también crecen! Tiene la oportunidad de influir positivamente en toda la familia. Los padres pueden estar afligidos, agobiados o sentirse desesperanzados. Puede hacerles saber que es normal sentirse así y ayudarlos a comprender que las habilidades de su hijo se desarrollarán con el tiempo. ¡Crear relaciones con la familia es muy importante! Las familias pueden verlo a usted con más frecuencia que a su propia familia. Uno se convierte en parte de la familia y en una fuente de apoyo real y de esperanza.
Sí debe:
- Demostrar que se siente cómodo con su hijo.
- Animar a la familia y a su hijo.
- Seguir las señales del niño.
- Comunicar respeto por la familia y sus objetivos a largo plazo.
- Dirigir su mirada más allá de las notas médicas. Desarrolle sus propias opiniones sobre el niño.
- Recuerde que cada niño y cada familia son diferentes y personalice su servicio.
- ¡Sea flexible!
No debe:
- Mostrar falta de confianza o de conocimientos sobre las discapacidades visuales. Si no lo sabe, averígüelo y póngase rápidamente en contacto con los padres.
- Mostrar frustración en las visitas.
- Ignorar las preocupaciones de los padres o desestimar sus objetivos a largo plazo.
- No establecer una relación con el niño y la familia.