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Fútbol vs. globo ocular

Authors: Toby Anne Penington, coordinadora de baja visión del Centro de Rehabilitación Criss Cole, Austin, TX y Charlotte Simpson, especialista en orientación y movilidad de la Región 3 de Texas Central

Keywords: globo ocular, fútbol, retina, fotorreceptores, bastones, conos, visión de túnel, borroso, retinitis pigmentaria, habilidades alternas

Abstract: Empiece a entender cómo funciona el ojo aprendiendo algunas analogías deportivas sencillas y comparaciones ingeniosas para abordar la pérdida de visión. Este artículo sigue la trayectoria de un joven con una enfermedad ocular progresiva y su determinación para alcanzar sus objetivos. Se trata de una versión resumida de una presentación en PowerPoint del mismo título que utiliza términos futbolísticos y analogías deportivas como ayuda para explicar algunas de las funciones del ojo. Las palabras que pueden asociarse con el fútbol están escritas en negrita.

Lo BIEN que vemos vs. lo MUCHO que vemos

En el fútbol, el objetivo es hacer avanzar el balón hasta llegar a la zona de anotación, situada en la parte trasera del campo, para conseguir puntos. Lo mismo ocurre con el globo ocular. La luz entra en el ojo y debe avanzar hasta alcanzar la “zona de anotación” (la retina) en la parte posterior del ojo para que podamos ver.

La retina es una fina capa de células nerviosas que recubre la pared posterior del ojo. Su función es recibir la luz y convertirla en señales. En el fútbol, si se impide que el balón llegue a la zona de anotación, no hay puntos. En el globo ocular, si se impide que la luz llegue a la retina, no hay visión.

En el fútbol, el equipo está formado por jugadores individuales. Cada jugador tiene un trabajo específico que hacer para tener éxito. Los jugadores se dividen en dos grupos diferentes: el ataque y la defensa. El globo ocular funciona de forma similar. En lugar de jugadores individuales, la retina está formada por células individuales llamadas fotorreceptores. Cada célula fotorreceptora tiene un trabajo que hacer para que podamos ver.

Al igual que los grupos ofensivo y defensivo de un equipo de fútbol, las células fotorreceptoras también se dividen en dos grupos: conos y bastones. Las células cónicas son las responsables de nuestra agudeza visual: el color, la claridad y la visión central. En otras palabras, determinan lo BIEN que vemos. Las células bastón son las responsables de nuestro campo visual: la visión nocturna y la visión periférica. Esto es lo MUCHO que vemos. 

Al igual que en el fútbol, los dos grupos no son realmente intercambiables. Por ejemplo, un linebacker de la defensa no puede hacer el trabajo de un quarterback del ataque. Lo mismo ocurre con el globo ocular. Una célula cónica no puede hacer el trabajo de una célula bastón, y una célula bastón no puede hacer el trabajo de una célula cónica. Tanto si se trata del fútbol como del globo ocular, comprender quiénes son los individuos y cómo funcionan es el primer paso para desarrollar un plan de éxito.

Luis era un joven estudiante que tenía una enfermedad ocular de la retina que afectaba a sus células bastón, pero no a las cónicas. Tenía buena agudeza pero un campo visual deficiente. En otras palabras, veía BIEN pero no MUCHO. Este tipo de pérdida de visión suele denominarse visión de túnel. Podía ver directamente delante de él, pero nada a los lados. Para él, era como si viera el mundo a través de un rollo de papel de cocina. Esto dio lugar a muchos malentendidos y contratiempos. En los pasillos de la escuela, sus amigos le saludaban con la mano, pero él no los veía para responder. Chocaba, pisaba y tropezaba con obstáculos u objetos, lo que le hacía parecer torpe, distraído o distante. Luis tenía dificultades en la escuela, pero su afección ocular no se diagnosticó hasta más tarde porque veía BIEN. 

Fracciones vs. funciones

En el fútbol, si el ataque de un equipo funciona bien pero la defensa no, ganar el partido se hace difícil. En el globo ocular, si los conos funcionan bien pero los bastones no (o viceversa), las actividades cotidianas resultan más difíciles.

La enfermedad ocular de Luis no se diagnosticó hasta después de que se graduarse de la escuela preparatoria porque todavia tenía buena fracción visual. ¡Tenía una agudeza de 20/20 y no necesitaba gafas graduadas! Podía leer sus libros de texto, el teléfono móvil y cualquier letra pequeña sin necesidad de lupas ni dispositivos. Aunque su fracción visual era buena, Luis tenía dificultades para realizar actividades funcionales. Fue despedido de su trabajo como ayudante de camarero en un restaurante por bajo rendimiento. Se rompió el pie tras caerse de la terraza de un patio debido a una mala percepción de la profundidad. Se hizo un corte en la cara con un letrero colgante bajo que no vio mientras viajaba por la acera al atardecer. Su visión de túnel estaba afectando a su vida, pero no era consciente del motivo.

Banderas

En el fútbol, cuando un jugador comete una infracción, un árbitro lanza una bandera para detener la jugada y abordar el problema. En el globo ocular, nuestros oftalmólogos son los árbitros. Cuando algo va mal en nuestra visión, abordarán el problema. Para la mayoría de las personas, una bandera debido a su visión podría significar que están experimentando visión borrosa o dolor ocular.

Luis no tenía ninguna de estas dos banderas, así que nunca fue al oftalmólogo. No tenía ni idea de que el número de bastoncillos de sus ojos estaba disminuyendo. Estaba perdiendo lentamente la visión nocturna y su campo visual se estaba reduciendo.

Visión baja, baterías bajas

Imagina que estás jugando un partido de fútbol, pero tu equipo sólo tiene unos pocos jugadores y ningún suplente. Los jugadores estarían agotados a mitad del partido. ¿Cómo se podía esperar que mantuvieran el ritmo o ganaran en esta situación? Al final del partido, se sentirían completamente agotados. Cuando se padece una enfermedad ocular con menos células fotorreceptoras disponibles para recibir la luz y luego convertirla en señales, las células restantes tienen que compensar la información que falta. La fatiga y las molestias oculares son banderas comunes que a menudo se pasan por alto.

Como muchos jóvenes de su edad, Luis disfrutaba jugando videojuegos con sus amigos durante horas. Pero, a diferencia de sus amigos, experimentó fatiga ocular grave, dolores de cabeza y malestar al poco tiempo de empezar. Era como si las “baterías” de su visión se agotaran más rápido que las de sus amigos. Luis necesitaba hacer pausas frecuentes, tumbarse o frotarse los ojos para “recargarse”. Estaba tan acostumbrado a experimentar fatiga y molestias oculares graves que nunca se le ocurrió que se trataba de una bandera oficial sobre su visión.

Tras graduarse de la escuela preparatoria, la familia de Luis se dio cuenta de que empezaba a rechazar propuestas para reunirse con amigos y no salía tanto de casa. Lo que no sabían era que el campo visual de Luis seguía reduciéndose. Su visión de túnel se redujo y pasó de ver el mundo a través de un rollo de papel de cocina a verlo a través de un popote de refresco.

Tiempo restante en el reloj

Hay una cita popular en el deporte que dice que “si crees que los entrenamientos son aburridos, prueba a sentarte en el banco”, que hace hincapié en la importancia del trabajo arduo y el entrenamiento. Me gusta comparar el entrenamiento para la ceguera con los entrenamientos de fútbol. En ambos casos, hay que empezar por lo básico e ir adquiriendo habilidades más avanzadas. Repiten las tareas una y otra vez hasta que se convierten en algo natural y aprenden a analizar, resolver problemas y cambiar de táctica cuando algo no funciona. Y lo que es más importante, los entrenamientos son necesarios para estar preparado para todos los retos que ofrece el partido. Me gusta pensar que es una metáfora de la vida.

Dos años después de graduarse de la escuela preparatoria, a Luis le diagnosticaron una enfermedad ocular progresiva llamada retinitis pigmentaria. Le dijeron que, aunque seguía teniendo una visión de 20/20, era legalmente ciego y le animaron a buscar capacitación para su discapacidad visual, ya que probablemente seguiría perdiendo más visión. Luis llegó al Centro de Rehabilitación Criss Cole en Austin, Texas, convencido de que su vida había terminado. Sólo tenía 20 años.

Con el tiempo, el entrenamiento y la paciencia, Luis adquirió destreza en el uso de habilidades alternativas para realizar las tareas que siempre le habían gustado. Como en cualquier entrenamiento nuevo, hubo tropiezos y frustraciones, pero ya no sentía que estaba sentado en la banca por su pérdida de visión. ¡Pasó de ser un espectador a ser un participante de nuevo!

Luis tuvo suerte. Sus amigos y familiares tenían una gran sección de animadores y celebraban cada logro, grande o pequeño. Tenía un futuro brillante por delante que incluía asistir a la universidad. Aprender las habilidades necesarias para tener éxito requiere trabajo arduo, persistencia y determinación… pero eso está bien, ¡porque todo formaba parte del partido!

Resumen posterior al partido

Este artículo es una versión resumida de una presentación en PowerPoint del mismo nombre y ha sido reformateado para TX SenseAbilities. Si desea ver esta presentación o tiene alguna pregunta o comentario, póngase en contacto con los autores en: [email protected] y [email protected]

Los autores se ríen con el texto "Cuéntame un chiste de ojos... ¡Cuanto más ocular, mejor!" escrito alrededor de su foto.

¡Charlotte y Toby se ríen de un chiste cursi!

 

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