Donde los campistas aprenden “Yo puedo”: 20 veranos de impulso atlético en Camp Abilities – Parte 1
Keywords: Camp Abilities, discapacitados visuales, educación física con adaptaciones, deportes adaptativos
El 4 de julio de 2015, un grupo único de atletas y entrenadores celebraron no solo el nacimiento de este país, sino también un aniversario muy especial. Durante la semana del 28 de junio, los campistas y consejeros del Camp Abilities conmemoraron la temporada 20 del campamento, lo que culminó con una reunión el 2 de julio para ex campistas, consejeros y personal. Camp Abilities ha ayudado a una generación completa de niños a descubrir de cuánto son capaces.
Un lugar para jugar… y más
Cada verano los campistas o “atletas”, como les llamamos, en las 17 ubicaciones de Camp Abilities en Estados Unidos y en sus 6 ubicaciones internacionales, aprenden a participar en deportes adaptativos como goalball, béisbol de sonido, kickball de sonido, así como deportes más tradicionales como tenis, tiro con arco, ciclismo en bicicleta doble, remo en kayak, natación y eventos de atletismo. Los especialistas en deportes encabezan las actividades y cada atleta trabaja con un consejero o “entrenador” que ofrece instrucción individual y apoyo durante el día. Para muchos de los atletas, sus estancias en Camp Abilities marcan la primera vez en la que realizan deportes. “Antes del campamento, muchos de los participantes están inseguros sobre sus habilidades para participar en actividades físicas”, indica la doctora Lauren Lieberman, fundadora de Camp Abilities. “Al final, los niños aprenden que son atletas”.
En Camp Abilities, los niños y jóvenes no solo prosperan para convertirse en atletas, sino que lo hacen con compañeros que son iguales a ellos. A partir de aquí, nacen amistades duraderas. “Es como una familia”, indica el excampista y ahora entrenador David Briggs. “Cada año es como una gran reunión”. De acuerdo con la doctora Lieberman, incluso han surgido matrimonios a partir de los lazos que se formaron en Camp Abilities.
Estos lazos se extienden también a los entrenadores. Cada entrenador llega a conocer a su atleta asignado para poder personalizar la instrucción de forma específica a las necesidades únicas de cada atleta. Beth Foster, una entrenadora veterana y ahora directora asistente en dos ubicaciones de Camp Abilities, describe cómo aprendió a comunicarse con un atleta sordo y ciego haciendo señas en la palma de la mano y creando sus propias señas. Al final del campamento, el atleta había obtenido suficiente confianza como para escalar una complicada pared de rocas y para lanzarse de un trampolín. “Estaba llevándolo al límite al que se lleva a todos los atletas, y él no se daba por vencido”, señala orgullosamente. Foster estuvo tan inspirada por la experiencia que ahora es una especialista en Educación Física Adaptativa Certificada (CAPE, por sus siglas en inglés) y actualmente está trabajando para obtener su doctorado en educación física adaptativa y kinesiología en la Texas Woman’s University.
Al final de la sesión del campamento, los atletas y los entrenadores están todos “llorando de emoción”, de acuerdo con la doctora Monica Lepore, quien ayudó a la doctora Lieberman a fundar Camp Abilities en Brockport y luego fundar Camp Abilities en West Chester, Pennsylvania. “Los entrenadores siempre están emocionados por la transformación de sus propias vidas y de las vidas de los niños”, indica.
¿Cómo funciona?
Puede ser difícil imaginar cómo los niños con discapacidades visuales pueden participar en deportes tradicionales, pero Camp Abilities tiene sus técnicas basadas en ciencia. Los atletas empiezan participando en juegos que incorporan comunicación basada en el tacto y señales auditivas. Utilizan un mapa táctil de la cancha para tener una idea de las dimensiones y posiciones.
Luego, los atletas pasan a jugar versiones modificadas de los deportes tradicionales (lo que incluye versiones modificadas de juegos de Wii en las noches). Para las carreras de 50 y 100 metros, por ejemplo, algunos atletas sujetan una guía de alambre colocada a la altura de su cintura que se extiende a lo largo de la pista, en tanto que otros utilizan marcas de alto contraste en la pista. Para carreras más largas, los atletas utilizan agujetas o cuerdas cortas para atarse a guías con visión que corren la carrera con ellos. Los atletas también aprenden estrategias para modificar deportes y actividades recreativas para sus necesidades visuales específicas, así como técnicas de autorepresentación y defensa para asegurar que sean incluidos en las actividades deportivas de sus escuelas cuando quieran serlo. Al final del campamento, cada niño recibe una detallada evaluación de su desempeño, logros y habilidades en actividades deportivas y recreativas. Esta información puede compartirse con sus padres y con sus maestros de educación física.
Para ayudar a los atletas a llegar ahí, cientos de estudiantes trabajan como entrenadores voluntarios. Estos estudiantes se están preparando para ser maestros de estudiantes con discapacidades visuales o están inscritos en varios programas relevantes como educación física, educación/actividad física adaptativa, educación especial, movilidad y orientación, o programas de entrenamiento para personas para intervención. Antes de que inicie el campamento, los voluntarios reciben más de 12 horas de entrenamiento en técnicas específicas para enseñar habilidades de educación física, deportivas y recreativas. El entrenamiento no solo beneficia a los atletas en el campo, sino también a miles de otros niños, debido a que estos entrenadores continúan aplicando lo que aprendieron en Camp Abilities a lo largo de todas sus carreras educativas.
La misión de cuatro partes de Camp Abilities
La primera meta de Camp Abilities es motivar a los niños y jóvenes ciegos, discapacitados visuales y sordociegos a involucrarse activamente en los deportes. Pero la organización también tiene otros ambiciosos objetivos. Desde el punto de vista de los fundadores, Camp Abilities sirve tres propósitos adicionales: 1) educar a estudiantes universitarios y de posgrado, y a maestros sobre cómo enseñar a los niños con discapacidades visuales, 2) realizar investigación sobre las mejores prácticas en actividad física para niños con discapacidades visuales, y 3) ofrecer apoyo a las familias que cuidan de niños y jóvenes con discapacidades.
Con la profunda capacitación de los entrenadores, Camp Abilities se ha convertido en un líder mundial en el entrenamiento en campo de profesionales trabajando en esta área. El entrenamiento incluye temas como las enfermedades visuales y su efecto en la participación y el aprendizaje durante la actividad física, facilitación de los conceptos de orientación y movilidad, formas apropiadas a nivel de desarrollo para interactuar con los niños; evaluaciones y mantenimiento de registros, y la introducción de actividades deportivas.
Camp Abilities quiere extender su influencia más allá de sus entrenadores y atletas, y por lo tanto varios proyectos de investigación se realizan cada año en el Camp Abilities de Brockport para aprender más sobre actividades físicas y estrategias de intervención que funcionan para personas con discapacidades visuales. Muchos de estos proyectos de investigación han expuesto a atletas a tecnología de punta -como los podómetros parlantes- que pueden mejorar la experiencia de la actividad física. Camp Abilities también ha contribuido con varios libros, artículos prácticos y de investigación en el campo de la educación física, educación física adaptativa y enseñanza para individuos con discapacidades visuales. “Todo lo que producimos ayuda también a los niños que no están involucrados en nuestros campamentos, por lo tanto nuestros campamentos tienen efectos de largo alcance con todos los niños con discapacidades visuales”, señala Lieberman.
Por último, pero no menos importante, el apoyo que Camp Abilities ofrece a las familias de niños con discapacidades visuales tiene un significado muy importante para estos dedicados cuidadores. Este apoyo puede extenderse más allá de las sesiones en los campamentos, ya que cuando los niños regresan a casa, son más capaces, independientes y tienen más confianza en sus habilidades. En el campamento, ellos han aprendido a intentar nuevas cosas y a tomar riesgos, por lo tanto están dispuestos a hacer lo mismo en la “vida real”. “Mostramos a las familias lo que sus hijos pueden hacer con solo algunas modificaciones”, explica Foster. “El escuchar que pueden hacer (estas cosas) debe ser motivante también para las familias”.